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que son los NFTs

¿Qué son los NFTs y por qué todo el mundo habla de ellos?

En los últimos años, los NFTs han pasado de ser un término desconocido a convertirse en una palabra de moda en el mundo digital. Se habla de ellos en redes sociales, en el arte, en los videojuegos y hasta en foros de inversión. Pero, ¿qué son realmente los NFTs y por qué generan tanto interés?

NFT significa “Non Fungible Token” o token no fungible en español. La palabra “no fungible” es clave: se refiere a algo que es único y no intercambiable por otro objeto idéntico. Por ejemplo, un billete de 10 euros es fungible: puedes cambiarlo por otro billete igual y no pasa nada. Pero una obra de arte original, como un cuadro de Picasso, es no fungible: no existe otra igual, tiene un valor único.

Aplicado al mundo digital, un NFT es un activo digital único registrado en la blockchain. Puede ser una imagen, un video, una canción, un objeto de un videojuego o incluso un documento. Lo importante no es el archivo en sí, sino el registro digital que lo certifica como auténtico y único.

Mi primera experiencia con NFTs fue allá por 2017, cuando intenté mintear un CryptoPunk, una de las primeras colecciones que hoy se consideran históricas. Recuerdo que la transacción en la red de Ethereum falló: aunque pagué las comisiones, nunca recibí el punk. En ese momento no parecía gran cosa, pero años después me enteré de que esos mismos CryptoPunks alcanzaron precios de miles y hasta millones de dólares. Esa fue la primera vez que entendí lo volátiles y arriesgados que podían ser, pero también el valor histórico que podían llegar a tener.

Hoy, los NFTs no solo son sinónimo de especulación o coleccionismo, sino también de nuevas formas de propiedad digital. Son la base de proyectos en el metaverso, de sistemas de identidad digital e incluso de nuevas formas de interacción en comunidades online.


La historia de los NFTs: de los CryptoPunks al boom global

La historia de los NFTs comienza en la blockchain de Ethereum, que introdujo en 2015 la posibilidad de crear contratos inteligentes. Estos contratos permitieron que no solo las criptomonedas existieran en la red, sino también activos digitales únicos: los NFTs.

Uno de los primeros experimentos fueron los CryptoPunks, lanzados en 2017. Eran 10,000 imágenes pixeladas de personajes únicos, creados por Larva Labs. En ese momento, cualquiera podía reclamar uno pagando únicamente el costo del gas (las comisiones de Ethereum). Muy pocos vieron el potencial real. Entre ellos estaba yo, que como conté antes, intenté conseguir uno, pero la transacción falló. En ese momento me frustró, pero no imaginaba que con el tiempo esos pequeños “punks” se convertirían en íconos culturales de todo el ecosistema cripto.

Después de los CryptoPunks, llegaron otros proyectos que marcaron época, como CryptoKitties, donde los usuarios podían comprar, criar y vender gatos digitales únicos. Estos gatos se hicieron virales y hasta llegaron a colapsar la red de Ethereum por la cantidad de transacciones. Fue la primera vez que mucha gente fuera del círculo cripto escuchó hablar de NFTs.

El verdadero boom llegó entre 2020 y 2021, impulsado por varios factores:

  • La pandemia, que aceleró el interés por lo digital.
  • El auge de las criptomonedas, con Ethereum y Bitcoin en máximos históricos.
  • La entrada de artistas, celebridades y grandes marcas al ecosistema NFT.

De pronto, obras digitales se vendían en subastas por millones de dólares. El caso más famoso fue el de Beeple, un artista digital que vendió su obra “Everydays: The First 5000 Days” en Christie’s por 69 millones de dólares.

Este tipo de hitos llevó a que los NFTs pasaran de ser un nicho geek a ocupar titulares en todos los medios del mundo.

Hoy, aunque la euforia inicial se ha moderado, los NFTs siguen evolucionando. En mi caso, ya no los uso tanto como inversión o colección, sino como herramienta de identidad digital, algo que parece ser la nueva tendencia en el sector.


¿Cómo funcionan los NFTs?: blockchain y tokens únicos

Para entender cómo funcionan los NFTs, primero hay que repasar brevemente qué es la blockchain.

La blockchain es una especie de libro contable público y descentralizado, donde cada transacción queda registrada de forma inmutable. Nadie puede modificar los registros y todos los participantes pueden verificar lo que ocurre.

Los NFTs se crean (o “mintean”) en una blockchain, principalmente en Ethereum, aunque hoy también existen en otras redes como Solana, Polygon o Tezos. Cada NFT tiene un código único que lo diferencia de cualquier otro. Este código se guarda en la blockchain y contiene información como:

  • Propietario actual.
  • Historial de transacciones.
  • Enlace al archivo digital (imagen, audio, video, etc.).
  • Metadatos (descripción, atributos, rareza, etc.).

Esto significa que, aunque cualquiera pueda copiar la imagen de un NFT, solo una persona puede ser la propietaria oficial de ese token en la blockchain.

Cuando yo intenté mintear mi primer NFT en 2017, lo hice a través de un contrato inteligente en Ethereum. El proceso consistía en pagar las comisiones de gas para que el contrato generara un token único y lo asignara a mi billetera digital. Sin embargo, en mi caso la transacción falló, y aunque el dinero de las comisiones se gastó, nunca recibí el NFT. Este tipo de riesgos eran comunes en los primeros años, cuando la tecnología aún no estaba tan pulida.

Hoy, las plataformas de minteo y compraventa (como OpenSea, Rarible o Magic Eden) han hecho el proceso mucho más sencillo, pero el principio básico sigue siendo el mismo: el NFT es un certificado digital de propiedad en la blockchain.


Usos y aplicaciones reales de los NFTs

Los NFTs comenzaron como coleccionables digitales, pero su uso se ha expandido a múltiples industrias. Veamos los más destacados:

Arte y coleccionables

El arte digital fue el primer gran uso de los NFTs. Artistas de todo el mundo comenzaron a vender sus obras en plataformas NFT, democratizando el acceso a un mercado global. Colecciones como los Bored Ape Yacht Club se convirtieron en símbolos de estatus digital, usados incluso como fotos de perfil en redes sociales.

Videojuegos y metaverso

En los videojuegos, los NFTs permiten a los jugadores poseer realmente sus objetos digitales. Espadas, trajes, personajes o terrenos virtuales pueden ser NFTs, lo que abre la puerta a economías dentro de los juegos y el metaverso. Un ejemplo son los terrenos virtuales en Decentraland o The Sandbox, que se compran y venden como bienes raíces digitales.

Identidad digital y nuevas funciones

Hoy en día, uno de los usos más interesantes es la identidad digital. Los NFTs se utilizan como llaves de acceso a comunidades privadas, como tickets para eventos virtuales y físicos, o como certificados de membresía.

Yo personalmente ya no colecciono NFTs como antes, pero los uso en este contexto: como parte de mi identidad digital en proyectos web3. Algunas plataformas me permiten conectarme con mi billetera y demostrar que soy el dueño de un NFT específico, lo cual me da acceso a funciones especiales o comunidades exclusivas. Este uso práctico me parece mucho más interesante que la simple especulación.


Ventajas y desventajas de los NFTs

Los NFTs han sido tanto aclamados como criticados. Aquí un resumen de sus pros y contras.

Ventajas:

  • Propiedad digital verificable: Los NFTs certifican que eres el dueño de un activo digital.
  • Nuevos modelos de negocio: Permiten a artistas y creadores monetizar directamente sin intermediarios.
  • Interoperabilidad: Un NFT puede ser usado en diferentes plataformas si estas lo aceptan.
  • Coleccionismo digital: Ofrecen un nuevo tipo de valor cultural, similar a los objetos de colección físicos.

Desventajas:

  • Altísima volatilidad: Los precios pueden subir y caer en cuestión de días.
  • Riesgo tecnológico: Como me pasó en 2017, a veces las transacciones fallan o los contratos tienen fallos.
  • Impacto ambiental: Especialmente en Ethereum antes de su transición a Proof of Stake, el consumo energético fue muy criticado.
  • Especulación excesiva: Muchos NFTs se inflaron artificialmente, dejando a compradores atrapados con activos devaluados.

En mi experiencia, esta mezcla de potencial enorme y riesgos reales hace que uno deba acercarse a los NFTs con precaución, más como una herramienta de exploración que como un boleto garantizado al éxito financiero.


NFTs como inversión: riesgos y oportunidades

Uno de los mayores atractivos de los NFTs ha sido la posibilidad de obtener grandes ganancias. La narrativa de “compré un JPEG barato y ahora vale millones” atrajo a miles de personas.

Sin embargo, la realidad es mucho más compleja. Los NFTs son activos altamente especulativos. Algunos, como los CryptoPunks o los Bored Apes, alcanzaron valores millonarios porque se convirtieron en símbolos culturales. Pero la gran mayoría de las colecciones pierden valor rápidamente.

Yo lo viví en carne propia: muchos de los NFTs que he tenido han tenido utilidad momentánea, sirviendo para un evento o una moda puntual, y después quedaron prácticamente sin valor. Esta volatilidad extrema hace que, si alguien quiere entrar en NFTs como inversión, deba hacerlo con plena conciencia de que puede perder gran parte de su dinero.

Aun así, los NFTs como inversión no desaparecen. Algunos ven valor en:

  • Obras digitales únicas de artistas reconocidos.
  • NFTs históricos, como los primeros proyectos lanzados.
  • NFTs con utilidad real, como membresías o acceso a servicios exclusivos.

El desafío es separar el hype pasajero de las propuestas con valor a largo plazo.


El futuro de los NFTs en la web3 y la identidad digital

Aunque el hype de 2021 ya quedó atrás, los NFTs siguen evolucionando. Su papel en la Web3 y en la identidad digital parece cada vez más relevante.

Se están desarrollando usos como:

  • NFTs como pasaportes digitales en el metaverso.
  • Certificados académicos y profesionales registrados como NFTs.
  • Entradas para eventos que evitan falsificaciones.
  • Identidad digital soberana, donde cada persona controla sus credenciales a través de NFTs en su billetera.

Este último caso es precisamente donde yo más los utilizo hoy: como parte de sistemas de identidad digital. No compro NFTs por especulación, sino por la funcionalidad que me ofrecen. Y aunque parezca un cambio sutil, es enorme: pasamos de ver los NFTs como simples imágenes caras a entenderlos como una herramienta de utilidad real.


Conclusión: lo que realmente significan los NFTs hoy

Los NFTs son más que “dibujos caros en internet”. Son una tecnología que abre la puerta a una nueva forma de propiedad y autenticidad digital. Han pasado de los experimentos de 2017, como los CryptoPunks y los CryptoKitties, al boom de 2021 y ahora a un momento de consolidación.

Mi experiencia personal me enseñó dos cosas clave:

  1. Que los NFTs pueden ser arriesgados e incluso injustos, como cuando perdí la oportunidad de tener un CryptoPunk por una transacción fallida.
  2. Que más allá de la especulación, su utilidad práctica en identidad digital y acceso exclusivo es lo que verdaderamente les dará valor en el futuro.

Hoy, los NFTs se encuentran en un punto de transición: dejaron de ser solo coleccionables y se están convirtiendo en la infraestructura de la Web3. Y aunque su futuro todavía tiene incertidumbre, lo que está claro es que los NFTs han cambiado para siempre la forma en que entendemos la propiedad en el mundo digital.

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